Estamos en Sandogo, un barrio periférico y muy popular de la capital Ouagadougou (Burkina Faso), situado a unos 12 km del centro de la ciudad.
La Escuela primaria “Saint Jean-Bte De La Salle” / SANDOGO es una iniciativa de los Hermanos de La Salle del Distrito de África el Oeste, apoyada por la Asociación PROYDE desde antes de su fundación en 2015.
El H. Jesús González López fue la persona que se puso al frente de las obras y de la dirección de la Escuela
¿Quién es el Hermano Jesús González?
El H. Jesús tiene 72 años, bien llevados. Nació en un pueblecito de Cuenca llamado El Cañavate y después vivió en La Roda, Albacete. Con 13 años inició su formación lasaliana en Pont d’Inca (Mallorca).
Desarrolló su vida religiosa y profesional de educador lasaliano en lo que fue el Distrito de Valencia - Palma. Con 39 años fue a París para perfeccionar la lengua francesa durante un año, para después irse de misionero a lo que hoy es el Distrito del Golfo de Benín. Empezó su misión en el Colegio de Togoville (Togo). Siguió en Daloa (Costa de Marfil). Ejerció como profesor de materias científicas y en los ratos libres se dedicaba a recorrer los poblados curando a niños y personas mayores. En Daloa visitaba la cárcel con más de 700 internos y les hacía la vida más llevadera, dadas las duras condiciones de la cárcel.
El Espíritu le llevó a Dapaong durante 7 años, región de Sabanas del norte del Togo, frontera con Burkina. En Dapaong fue profesor de materias científicas y de laboratorio. Continuó con sus “hobbies” curando a los alumnos y a los niños el barrio, especialmente a los mordidos por serpientes, muy abundantes en la región. Durante su estancia en París, además de perfeccionar el francés hizo un curso de medicina tropical que le sería muy útil para ocuparse de la salud primaria de las personas enfermas pobres por los distintos lugares por los que ha pasado.
De la Sabana togolesa salta a Conakry donde los Hermanos habían fundado hacía poco una Escuela Profesional. El H. Jesús pasó 5 años colaborando en los cursos y la formación técnica de jóvenes guineanos.
En los ratos libres visitaba el hospital para socorrer a los enfermos más pobres y también organizó clases de alfabetización para los hijos de los mendigos callejeros, muy abundantes en la ciudad y para los niños refugiados de la guerra de Sierra Leona.
En su recorrido africano, el H. Jesús también estuvo en Bata (Guinea Ecuatorial) como profesor de Bachillerato y en un centro de Camerún, como director, en la zona de selva que además de la escuela atendía un pequeño hospital. Entre Bata y Camerún regresó dos años a Daloa (Costa de Marfil).
Pensando siempre en dedicarse a los más pobres, la misión le llevó a Ouagadougou (Burkina Faso) para fundar un centro destinado a un centenar de niños y niñas “en situación de calle”. Este proyecto no pudo tirar adelante por falta de financiación, a pesar de haber llamado a las puertas de 62 organismos internacionales.
¿Cómo se originó y desarrolló el proyecto de la escuela de Sandogo?
Al no poder seguir adelante con el proyecto de “niños de la calle”, el Hno. Visitador de África del Oeste sugirió que se dedicara a construir una escuela primaria en una zona deprimida de la ciudad de Ouagadougou, las casas del barrio son mayoritariamente chabolas de barro y chapa. En dicho barrio los Hermanos tenían un terreno. La Asociación PROYDE con D. Javier Sánchez, director en esa época, sugirió que se podría dedicar una suma de dinero, que una familia vasca, De Aranzabal y su Fundación Apodaka, querían destinar a la construcción de una escuela primaria en una zona muy poblada y deprimida de las afueras de la capital. Esta familia vasca ya había ayudado al proyecto CLIMA de Beregadougou y otros proyectos de PROYDE porque tienen total confianza en las aptitudes pedagógicas y de enseñanza de los Hermanos de La Salle, comparten su ideario y además nos consideran amigos.
Después de 5 años, la Escuela de Sandogo tiene 11 clases, 12 maestros y el Director (Hno. Jesús) con 520 alumnos de primaria de 6 a 12 años. Un verdadero milagro para ese barrio.
La escuela es un centro abierto a los niños del barrio con vocación originaria de servir a los más pobres. Su prioridad son las gentes de las proximidades, dando facilidades especiales a los huérfanos, a los que no tienen medios, ni salario, ni comercio para sobrevivir.
Durante las horas no lectivas, especialmente los miércoles por la tarde, los sábados y los domingos, el Hno. Jesús los dedica a todos los niños y niñas de los barrios vecinos, (de entre 3 a 15 años) que vienen a jugar. También se les proyecta cine infantil y se les procura algunas cosillas de las que carecen.
La familia De Aranzabal y su Fundación, Administraciones APODAKA S.L. han sido la principal fuente de financiación para la construcción de la escuela que se ha desarrollado en cuatro fases. También han colaborado en la construcción y mobiliario, el Ayuntamiento de Córdoba, el Ayuntamiento de Alcoy, la Diputación de Palencia, la empresa ORONA y la familia de un Hermano, a parte de los fondos propios de PROYDE.
Las clases empezaron en octubre de 2015 con el CP1 (primer curso de Primaria), fueron 46 alumnos/as divididos en dos clases y dos maestras. En septiembre de 2020, abrió el CM2 (6º curso de primaria) y en junio 2021, los primeros alumnos de la escuela pasarán el examen oficial o “reválida” para dar acceso al diploma CEP, de final de etapa. Los edificios se han ido construyendo y ocupando a medida que pasaban los años.
El distrito de África del Oeste desea que la escuela primaria continúe con el ciclo de secundaria, equivalente a la ESO en España. De momento hay algún aula suplementaria que podrá servir al menos el año próximo, después, “Dios dirá”.
La Escuela de Sandogo intenta encarnar el carisma lasaliano de servir y privilegiar a los más pobres por estar enclavada en un entorno de periferia, educando alumnos de condición muy modesta. La población vive en casitas de barro, la mayoría son familias sin salarios que viven el día a día con la venta de pequeños objetos o frutos. Los que tienen salario regular pagan 100 euros al año todo incluido. Los demás son campesinos sin salario, obreros eventuales… y se les pide 47 euros anuales.
Una necesidad urgente de la Escuela de Sandogo es una valla a su alrededor para proteger los edificios de robos, evitar la divagación de animales que destruyen sistemáticamente los árboles, evitar que la gente construya dentro de los terrenos de la escuela y circule en cualquier momento. En África, mientras la propiedad no está vallada, representa que es terreno disponible para el primero que se instale. El tema de catastro está muy “en mantillas” o es inexistente en algunos lugares.
La escuela también necesita que llegue la electricidad y una perforación para ofrecer agua al alumnado y profesorado.
El Hno. Jesús que llegó a Ouagadougou para dedicarse a los niños de la calle hace 8 años, ha liderado la construcción de esta escuela primaria en un barrio periférico que educa ya a muchos niños y niñas y sin duda dará frutos abundantes durante muchos años. La semilla plantada crecerá, dará frutos abundantes y los hijos de los actuales alumnos, quizás no sabrán que existió un Hno. Jesús, o una familia vasca y unas administraciones públicas y privadas en España que creyeron que valía la pena apostar por la educación como arma revolucionaria para vencer la pobreza y la desigualdad y abrir caminos de futuro y esperanza para la población de Sandogo.
Dice el Hno. Jesús: “Pero a pesar de todo, Dios está con nosotros y hace que los niños sean felices y estén muy contentos de estar con nosotros, pues las familias se dan cuenta que los Hermanos estamos al servicio de los niños y niñas y éstos nos quieren muchísimo. ¡Todo esto nos hace muy felices!” “Esta tarea me ha hecho vivir el Evangelio con un gran gozo. El capítulo 25 de San Mateo es mi vida, y me hace sentirme un Hermano de La Salle como yo siempre he soñado. Ellos me besan la cruz que llevo colgada al cuello diciendo “Zezi m’aan nonga fo” (“JESUS yo te amo”) Y ello me llena de gozo y da sentido a mi trabajo”